Son las más comunes esto
debido a su limitado precio, pueden llegar a parecer costosas dependiendo del
amperaje y la marca adquirida. Funcionan por medio de unas placas de plomo de
polaridad positiva y negativa que están suspendidas independientemente en ácido
sulfúrico.
Las placas están aisladas entre sí y existe una lámina negativa adicional
sellada independientemente que evita que las placas positivas se estropeen. No
requieren prácticamente de mantenimiento y cuando dejan de funcionar
correctamente se cambian por otra nueva sin mayor problema.